Contemplar el horizonte
Bajo el infinito cielo azul, la recta silenciosa de los caminos es el horizonte para respirar aire de la brisa que atraviesa los campos de las palmeras, el que se lleva las nubes, el sol. Brillan con aquel radiante resplandor naranja. Bailan contentas escuchando el lenguaje del mar y contemplan la grandeza de la madre naturaleza.
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