Vida en el jardín
Estar en mi hogar reconforta mi alma y me da paz mental. En cada paso que doy, la naturaleza me regala momentos especiales. Mi abuela se llama Flor María. En su casa también hay muchas plantas que adornan su jardín y me gusta mucho saber que ella misma le da aliento porque desde que era carajito y hasta ahora que voy por el tercer piso, todo está igualito. Así que ahora puedo caminar entre rosas, flores, cayenas, orquídeas, calas y hasta árboles frutales. Deleitarme con sus aromas que se expanden por la mañana cuando sus curvas sensuales exhiben. Tengo mucha suerte de tener a mi abuelita con 92 años llena de mucha fuerza y amor. La verdad es que eso me tiene muy orgulloso y mi deseo infinito es que Dios y la Virgen Del Valle le den muchos años de vida.